Morning Star News informa que un hombre musulmán arrojó ácido a una mujer cristiana de 19 años en Karachi, Pakistán, en represalia por su negativa a presionarlo para que se casara y se convirtiera al Islam.
Una niña llamada Sunita Masih, que vivía con su hermana después de la muerte de sus padres, tuvo que enfrentar esta tragedia por su fe cristiana.
Sunita iba a trabajar por la mañana desde su casa en Masoom Shah Colony, área de Kalapul en Karachi. Después de bajarse del autobús en la estación de Cantt, su vecino Kamran Allah Bux, un joven musulmán, le arrojó ácido y se escapó. Como resultado del ataque, Sunita sufrió quemaduras en un 20 por ciento.
Tan pronto como Kamran arrojó el ácido, mis ojos, cara, manos y piernas comenzaron a arder”, dijo Sunita a la policía desde su cama de hospital. También dijo que el dolor era tan insoportable que se cayó en el camino.
John Masih de Sunitha dijo que Kamran presionó a Sunitha siguiéndolo con una petición de amor. Kamran había obligado a Sunita a renunciar a su fe cristiana y le dijo a Sunita que se casaría con ella una vez que se hiciera musulmana. Pero Sunita se negó a someterse a las demandas ilegales de Kamran, dijo John Masih. “Sunita había informado a sus hermanos sobre el acoso de Kamran y se habían quejado repetidamente a los padres de Kamran.
Dijo que la familia presentó una denuncia ante la policía para detener la tortura, pero no se tomó ninguna medida. La familia, miembros de la Iglesia del Ejército de Salvación, buscaron justicia para Sunita Masih, cuyo rostro y otras partes de su cuerpo fueron mutilados en el ataque.
Kamran Bux ha sido fichado por ataque con ácido (Sección 336-B del Código Penal de Pakistán) y ha sido puesto bajo custodia, dijo Sagheer Ahmed, un oficial de la estación de policía de Freire.
Pakistán, una nación islámica, tiene un historial de violencia y discriminación contra las mujeres, incluidas las pertenecientes a comunidades minoritarias vulnerables. Debido a las leyes contra la blasfemia, los cristianos corren el riesgo constante de ser acusados falsamente de blasfemar contra el Islam, el Corán o Mahoma. Los cristianos han estado encarcelados durante años bajo las leyes contra la blasfemia del país, y muchos han sido asesinados u obligados a abandonar el país de forma permanente después de ser liberados de la prisión. Aquí se han informado muchos incidentes de niñas secuestradas y convertidas.